snteEn otros años el SNTE había sido aliado de los gobiernos. La lideresa del magisterio, Elba Esther Gordillo, tuvo la habilidad para encajarse en la estructura de gobierno de Vicente Fox, a quien no le importó el pasado príista y salinista de la “maestra” con tal de asegurarse el apoyo del magisterio. Lo mismo hizo Felipe Calderón que no sólo consintió y coqueteo con Gordillo, sino que además, le otorgó posiciones claves en la Secretaría de Educación. – No quiero ser secretaria de educación – llegó afirmar la líder sindical. Un puesto que no le importaba, ya que desde la falta de transparencia y el charrismo del sindicato docente era más fácil mantener el control político y económico de los maestros a su favor, y desde ahí, manipular a su antojo a la autoridad educativa. 

Con el advenimiento de Enrique Peña Nieto la indisciplina de Elba Esther Gordillo y la incapacidad de ella para entender el reclamo de la sociedad, provocaron su caída. Lo que ha sido objeto de la demanda es por todos conocidos. La opulencia y el derroche para uso personal de la Gordillo era mal visto por los propios maestros que no entendía el por qué, por ejemplo, se les regateaba boletos para asistir a los festejos del día del maestro.

El SNTE había sido además un coto de poder y de decisión en materia educativa. Ejemplo de ello, la carrera magisterial. Un programa de estímulos por categorías que buscaba consolidar condiciones de calidad en la educación, a partir de una mejor preparación de los maestros. El manejo, control y administración está a manos de ambas instancias, gobierno y sindicato, en una comisión que tomaba las decisiones del como operar el programa. Lo primero que se dice a los maestros disidentes que osan desafiar a la organización sindical con la renuncia para crear otro, que en automática perderían ese beneficio laboral. Por lo tanto la libertad de trabajo y sindical las maniataba a su antojo las dirigencias del SNTE.

Desde el primer día la presidencia de Peña Nieto hubo claridad en su planteamiento. Era necesario para elevar la calidad educativa del país la recuperación de la rectoría del Estado en materia educativa. Irónico. Nunca, por lo menos constitucionalmente, el Estado había perdido la rectoría de la educación. Pero en la practica si. Por lo tanto era necesario crear nuevas condiciones que dieran una viabilidad al proceso educativo ajeno a los intereses particulares del sindicato.

La solución: cambiar el modelo laboral educativo para abrir paso a una ley que regule las funciones profesionales del magisterio, y al mismo tiempo, un órgano que estudie, investigue, establezca, implemente y evalúe los estándares que midan el desempeño del sistema educativo, entre uno de los factores importantes la labor del maestro. No será el gobierno ni el sindicato quienes manipularan, de acuerdo a sus propios intereses, sino que serán reglas precisas y estándares establecidos por una entidad pública con consejeros especializados que serán nombrados y legitimados por el Senado de la República, y que cuentan, con el fundamento de ser constitucional sus labores y funciones.

Inclusive se abre la gran posibilidad para el trabajador del servicio público magisterial con este nuevo marco jurídico de contar con recursos legales para defenderse si considera que hay agravios en su contra ejecutados por una autoridad. No hay indefensión, sino claridad y certidumbre al fundamentarse la función magisterial en la ley.

En los proyectos de ley que han trascendido es claro que se ha dejado fuera al SNTE de los procesos de toma de decisión. Como sindicato debe procurar la defensa de los intereses laborales de sus agremiados. El Estado, como la entidad pública que recoge el ideal de sociedad, es la instancia que debe regular al sistema educativo nacional. Es necesario el equilibrio entre ambas entidades para producir un sistema de calidad, que conlleve que trabajan en el sistema los más idóneos para cumplir con la función social de la educación.

AL CALCE. Hoy Elba Esther Gordillo se encuentra en la cárcel por uso de recursos de procedencia ilícita descubierta y evidenciada por la SHCP y su unidad de investigación financiera. Los recursos con los cuales la “maestra” adquirió propiedades, realizaba viajes, compraba en las tiendas más lujosas con tarjetas de crédito más de lo que supuestamente ganaba como una simple maestra, eran del sindicato. Se dice, que en caso de lograr un amparo, el gobierno no dudaría en acusarla de evasión fiscal. Queda claro que hay la intención del gobierno de no dejarla salir de la prisión. Pero ¿qué van a hacer los maestros? ¿Acaso están conformes con que ella se diera la vida con el dinero y recursos del sindicato que le pertenecen a ellos?

El sindicato o los maestros deberían también denunciarla. Ella les despojo de dinero y recursos. La organización sindical debe tomar cartas en el asunto para no caer en la complicidad y defender los intereses económicos de los agremiados… ¿no lo creen correcto?


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