Actividad integradora del primer módulo del Diplomado de Formación de Competencias Docentes

La educación ayuda a la persona a aprender a ser
lo que es capaz de hacer.
Hesíodo

 competenciadocenteComo parte conclusiva de este primer módulo del Diplomado de Formación de Competencias Docentes se pide nuevamente realizar un ensayo. En este caso integrando todos los productos de aprendizaje elaborados en este ciclo informativo. En primera instancia se presentará un diagnóstico de la realidad educativa en el país y desafíos a los cuales como nación nos enfrentamos en este mundo global, competitivo y tecnificado. Posteriormente como se pretende vencer estas realidades con la propuesta del Marco Curricular Común, para finalizar, con la propuesta de que se debe concretar para apoyar los docentes este gran esfuerzo educativo.

 

Interpretación de la realidad y desafíos de la educación mexicana

 

En la naturaleza es muy fácil observar en la lucha por la supervivencia la importancia que tiene para las especies de vida orgánica la capacidad de interpretación de la realidad. Al respecto Cereijido (2011) afirma que esa capacidad “… es tan crucial para sobrevivir, que el ser humano empezó a utilizar la conciencia para complementar las interpretaciones inconscientes…” Si un animal, por ejemplo, no tiene la capacidad de observar y tomar la mejor decisión para obtener el alimento correcto las probabilidades de sobrevivir disminuyen significativamente.

Esta realidad que explica la naturaleza biológica básica la podemos extrapolar a la explicación fenomenológica de la realidad social. La educación al final es un fenómeno que es hecho palpable, que se percibe en la mente y del cual tenemos conciencia de su propia existencia. Aunado a que es parte integrante de la experiencia humana, la multiplicidad de interpretar o entender el impacto de la Reforma Integral en Educación Media Superior y lo que implica para todos los actores del sistema educativo, nos da muchas áreas de oportunidad en la reflexión y en la toma de decisiones para su implementación y mejora.

Chehaibar (2012) en el artículo “El desafío de la educación en México” que forma parte de un esfuerzo editorial llamado “México 2012, desafíos de la consolidación democrática” establece claramente la realidad de la educación en el país, especialmente en lo que respecta a los jóvenes. Afirma que aún cuando el artículo 3° Constitucional establece la obligatoriedad de la educación preescolar, primaria, secundaria y recientemente el bachillerato, con respecto a la cobertura vemos que para el primer ciclo formativo llega hasta un 81.1 por ciento, y para el caso que nos ocupa de educación media superior disminuye a un 67 por ciento y educación superior en un alarmante 27.9 entre el grupo de jóvenes de 19 a 23 años. Destaca igualmente la situación de los ninis, lo que no estudian ni trabajan, que llega en nuestro país a constituir un grupo de 7 millones y cuarto, por debajo de Turquía e Israel según datos que la autora analiza de reportes de la OCDE.

En otro artículo de la misma fuente anteriormente citada, el autor Álvarez (2012) nos da a conocer que solo el 57 por ciento de los estudiantes de bachillerato logra terminar sus estudios en tres años, siendo las condiciones socioeconómicas y la falta de retención de alumnos en las escuelas los principales factores de esta realidad. Con respecto a los maestros el autor les reconoce como los agentes principales de la calidad educativa, pero que es necesario reorganizar el trabajo y reforzar su formación. Como sugerencia el autor reconoce que se debe cambiar la política educativa para dar paso a la “… calidad de los procesos y resultado concretos, en la identificación de problemas específicos, en el establecimiento de metas precisas con participación de las comunidades de las unidades académicas, en la mejora de las condiciones de trabajos, en el desarrollo profesional de los profesores y en la atención de los estudiantes.”

Lo anterior citado responde a diagnósticos muy puntuales de la realidad del país. Un análisis que surgió en la coyuntura del cambio político federal, por lo cual, se unieron diferentes expertos sociales de los cuales se ha citado a dos que tocaron aspecto del tema en comento. Sin embargo, los cambios en la sociedad en sus diferentes ámbitos político, económico y social es un tema que no resulta nuevo.

Prawda  y Flores en 2001 al reflexionar lo que pasa en la educación al comienzo de un nuevo siglo, al explicar la forma de cambio continúo en el contexto real establece ocho hipótesis que lo explican:

  1. Desde los 70’s la economía ha pasado de una industrialización a una de producción basada eminentemente en la información.
  2. Esta nueva economía han transformado conceptos de “los medios y la organización de la producción y comercialización, el comportamiento de los mercados de consumo, los mecanismos financieros, las comunicaciones, la soberanía del Estado-nación y, por último, el comportamiento individual y social de las personas”
  3. Cambio en la composición de la fuerza de trabajo y en las relaciones laborales.
  4. Modificaciones que implican la necesidad de conocimientos, capacidades y destrezas en la sociedad. El autor conceptualiza sobre las últimas que se les conoce como “competencias”.
  5. En consecuencia la educación se convierte en un sector estratégico para el desarrollo de “esas competencias” que el contexto cambiante demanda.
  6. Resulta difícil enfocarse ahora en la capacitación para puestos de trabajo ya no resulta una garantía, porque los cambios que se dan pueden provocar que esos puestos desparezcan cuando el ciclo formativo termine.
  7. Por lo tanto se requiere de un nuevo paradigma educativo que se oriente a proporcionar a toda la población los conocimientos y las competencias básicas que se requieren en los nuevos contextos.
  8. Un paradigma que se caracterice por su eficiencia, efectividad, relevante, equitativo y gobernable.

 

La propuesta del Marco Curricular Común

 

Uno de los grandes hechos de la actualidad es la transformación social que igualmente impacta en la educación, al fin un fenómeno esencial para cualquier sociedad.

En el artículo 3 Constitucional se establece que “La educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente, todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria, el respeto a los derechos humanos y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia.” En su fracción II es mucho más claro con respeto a la visión y propósitos fundamentales que debe concretarse en el proceso educativo. Al texto se afirma:

FRACCIÓN II. El criterio que orientará a esa educación se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios.

Por principio de supremacía constitucional lo anterior son los fundamentos de cualquier acción educativa que se emprenda en el país. Constituyen el eje rector de la educación en México. A esto, por las exigencias de transformación social, uno de los recientes cambios en la legislación educativa fue la incorporación del bachillerato bajo el esquema de obligatoriedad, aunque se le excuso de ser parte de la educación básica – que se limita a los tres subsistemas antecedentes: preescolar, primaria y secundaria –.

El esfuerzo trajo como consecuencia la creación de un estándar mínimo de competencia a formar entre las diferentes ofertas educativas que conforman la educación media superior en todo el país. Es lo que se conoce como el Marco Curricular Común (MCC) que tiene su fundamento legal en el acuerdo secretarial 444 de la Secretaría de Educación Pública.

Para precisar el modelo pedagógico de esta transformación que da origen al MCC, en la educación media superior recae en el concepto de competencia. Al respecto de qué es la competencia Mulder, Weigel y Colling (2008) concluyen que no hay una definición clara y precisa, sino más bien tres tendencias que definen de manera particular lo que se debe entender por competencia; aunque de manera particular encuentran que este concepto se debe entender “… como la capacidad para llevar a cabo y usar el conocimiento, las habilidades y las actitudes que están integradas en el repertorio profesional del individuo.”

Para los efectos del proceso educativo mexicano la competencia se comprende a partir de la diferenciación de las que se conocen como genéricas, las disciplinares y las profesionales. Con respecto a las primeras, el acuerdo 444 afirma que son “… las que todos los bachilleres deben estar en capacidad de desempeñar; las que les permiten comprender el mundo e influir en él; les capacitan para continuar aprendiendo de forma autónoma a lo largo de sus vidas, y para desarrollar relaciones armónicas con quienes les rodean, así como participar eficazmente en los ámbitos social, profesional y político” Por otro lado, hay competencias disciplinares “… que  se  construyen  desde  la  lógica  y  estructura  de  las  disciplinas  en  las que tradicionalmente se ha organizado el saber”. Por último las competencias profesionales que se relacionan con campos formativos laborales.

A esta articulación de elementos se complementan con la definición de competencias para el docente. Al final la fuerza operativa de la propuesta curricular recae en el maestro quien a diario, en el ámbito del salón de clase, desarrolla las actividades académicas.

Esto genera un gran cambio para el docente. Una de las realidades es que se tiene, en la percepción por sentido común, que en la educación media superior se ha permitido a muchos ejercer la docencia sin ser profesores de carrera. Pero para caso de la generación de las competencias en los alumnos, igualmente se requiere de maestros competentes. Como en el argot popular se dice “no es posible que un ciego pueda conducir a otro ciego”.

No hay duda que ser maestro hoy en días por las circunstancias del contexto cambiante que analizamos en un principio, y ahora, con el mayor compromiso que se exige para consolidar el MCC, la calidad y pertinencia de la educación, los maestros tenemos que asumir una gran responsabilidad que exige salir de la apatía y desidia histórica. El maestro es agente del cambio, del análisis para la mejora y actor principal en la procuración de calidad en la educación.

¿Estamos los maestros preparados para asumir esa responsabilidad.

 

Lo que significa la RIEMS para el docente

 

No hay duda que hay problemas en la juventud, propias de los cambios psicológicos y emocionales que implican sr parte de la formación de la personalidad del individuo. Algunos potencializados por las condiciones del contexto cambiante que distorsiona el valor del compromiso social y el óptimo desarrollo de la responsabilidad personal y cívica.

Pero no hay adolescente que sea insalvable. Por lo menos en la lucha por el mejoramiento personal y social se debe guardar la esperanza de que aún es posible hacer hasta lo “imposible” para mejorar la educación, fomentar un aprendizaje genuino en el estudiante de bachillerato, que al final como individuos sean responsables y útiles para la sociedad.

Por lo cual se hace necesario:

  • Modificar la actitud pasiva en torno a potencialidad que como maestros, guías o modelos podemos enseñar a los adolescentes.
  • Debemos creer en nuestros jóvenes preparatorianos, que a pesar de las deficiencias en el compromiso para el estudio se pueden motivar para abatir sus rezagos.
  • Mantenernos los maestros en capacitación constante en torno de la realidad cambiante, al uso de la tecnología y técnicas del procesamiento de información.

Pequeñas acciones que si las asumimos con auténtico compromiso educativo los grandes rezagos que marcan como deficiente a la educación en México.

 

Conclusión

 

A lo largo de este primer módulo se tuvo la oportunidad para la reflexión de temas importantes para entender la naturaleza de la RIEMS. Desde el análisis del adolescente, sus características psicológicas y las teorías del aprendizaje. Se continúo con la fundamentación y contenido del Marco Curricular Común. Quedo claro los retos, ejes y elementos curriculares que constituye la esencia de la nueva propuesta curricular en educación media superior.

Lo que cubrió un interés en el grupo fue la definición de cada una de las competencias genéricas, las disciplinares como las profesionales y las del docente. Un compendio que no debe ser únicamente un conjunto de buenas intenciones, sino que se deben llevar a la práctica docente en todos los niveles que conforman el sistema de educación media superior.

Y aunque la educación es laica, pero si respetuosa de la creencia religiosa, me permito reproducir como un colofón a toda esta reflexión lo que alguna vez se me envío como la oración del maestro. Desconociendo la fuente originaria del siguiente texto, para quien lo realizo es muy claro que tiene muy arraigados los principios que encierra el concepto de ser un buen maestro.

“Permíteme Señor:

Conocer, comprender y educar a todos mis alumnos; tratarlos con autoridad y firmeza sin maltratarlos; respetar su individualidad, independencia y libertad; haciéndoles entender que tienen deberes y colaboración con los demás.

Recordar siempre que la misión que me has encomendado, aunque difícil es muy bella; “Formar el mundo del mañana”

Oírlos en sus dudas y reclamos, aceptando que como humano no soy dueño de la verdad y por lo tanto he fallado y puedo equivocarme.

Señor, que todo sea por el bien de mis alumnos que son mi mayor compromiso-”

Rescatemos lo que nos ayude a ser mejores personas, maestros comprometidos y profesionales que nos interesa lo que sucede en la sociedad.

 

Referencias de información

 

Alvárez, G. (2102). Por un proyecto nacional educativo con equidad y calidad. México 2012, Desafíos de la consolidación democrática. [Coord: Cordova, L; Murayama, C; Salazar, P]. México: Tirant Lo Blanch México. pp 35-44

Chehaibar, L. (2102). El desafío de la educación en México. México 2012, Desafíos de la consolidación democrática. [Coord: Cordova, L; Murayama, C; Salazar, P]. México: Tirant Lo Blanch México. pp 29-34

Cereijido, M. (2011). Hacia una teoría general sobre los hijos de puta. México: TusQuets Editores.

Diario Oficial de la Federación (2008). Acuerdo Secretarial Número 444 por el que se establecen las competencias el marco Curricular Común del sistema Nacional de Bachillerato.

H. Congreso de la Unión. 2014. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Mulder, M; Weigel, T; Colling, K. (2008). El concepto de competencia en el desarrollo de la educación y formación profesional en algunos Estados miembros de la UE: un análisis crítico. Recuperado el 5 de julio de la dirección http://www.ugr.es/~recfpro/rev123ART6.pdf

Prawda, J; Flores, G. (2001). México educativo revisitado, reflexiones al comienzo de un nuevo siglo. México: Editorial Océano.

 


Espero que esta publicación sea de tu interés. Me gustaría seguir en contacto contigo. Por lo cual te dejo mis principales redes para dialogar y comentar los temas de interés para la sociedad y nosotros.