En los últimos meses, muchos han quedado sorprendidos por el desarrollo tecnológico de lo que se conoce como Inteligencia Artificial. Ya es común ver en las redes sociales composiciones gráficas de fotografías con elementos artísticos y diseños variados de una misma persona en situaciones contextuales diferentes. Imágenes que son generadas desde algún modelo de creación de composiciones gráficas.

Otros ya hemos visto los vídeos que emiten mensajes con personajes que aún parecen robotizados, no podemos negar que son parte de una forma de creación multimedia ya que los textos, así como los asistentes y sus protagonistas son generados por medios de códigos bases de datos y decisiones en modelos de procesamiento basados en Inteligencia Artificial.

Lo que más se ha discutido el impacto e influencia es el llamado ChatGTP, que consiste en un modelo de procesamiento de lenguaje, el cual nos da acceso a mucha información ya procesada en un producto de texto que responde a una inquietud que se suministra al sistema.

Sin embargo, una realidad es que la Inteligencia Artificial o IA no es nueva, sino que ya tiene toda una tradición histórica y uso cotidiano sin que muchos se den cuenta de ello. Un ejemplo son los nuevos sistemas GPS y de rutas que tienen los actuales dispositivos electrónicos móviles que son capaces de proporcionar la localización de una determinada dirección de vivienda y la mejor ruta para llegar hasta ella. Otro ejemplo, los sistemas de notificación en las plataformas streaming que se configuran con los parámetros de lo que consultamos y vemos para ajustarnos a recomendaciones que sean acordes a nuestros gustos e intereses.

Pensar que la Inteligencia Artificial es el futuro, es carecer de la visión de lo que ya está sucediendo en el presente. Pretender saber hacia dónde va, resulta ocioso, ya que es difícil predecir las consecuencias.

Lo que debe ser crucial para nuestra inclusión tecnológica es qué vamos a hacer con ella, de qué modo y circunstancia aprovecharemos las ventajas que nos ofrece la IA para elevar nuestra productividad, generar conocimiento o analizar la información para comprender nuestro mundo y la realidad.

Un tema relevante las implicaciones morales y éticas de los procesos que dependan de los datos y toma de decisión de los modelos de IA.

Para no quedarme con la duda, acudí al ChatGTP3 para preguntar ¿Cuál es el futuro de la IA? … y está fue su respuesta:

El futuro de la Inteligencia Artificial (IA) es muy prometedor. La IA está transformando rápidamente muchos aspectos de la sociedad, incluyendo la medicina, el transporte, la educación, la industria y el comercio. En el futuro, la IA seguirá evolucionando y mejorando, y se espera que tenga un impacto aún mayor en nuestras vidas.

Algunas de las tendencias y avances que se esperan en el futuro de la IA son:

  1. Mayor capacidad de aprendizaje: La IA continuará mejorando su capacidad de aprendizaje y adaptación, lo que permitirá a las máquinas tomar decisiones más precisas y complejas.
  2. Integración de la IA en más campos: La IA se está integrando en una amplia variedad de campos, desde la agricultura hasta la seguridad y el entretenimiento. En el futuro, se espera que la IA se extienda a aún más áreas, incluyendo la moda, la gastronomía y el arte.
  3. Automatización de trabajos: La IA está reemplazando a muchos trabajos humanos que antes se consideraban seguros. Se espera que en el futuro la automatización siga aumentando, pero también se crearán nuevos trabajos que requieren habilidades que aún no pueden ser realizadas por las máquinas.
  4. Desarrollo de IA autónoma: En el futuro, se espera que la IA se desarrolle para funcionar de manera autónoma, sin la necesidad de supervisión humana. Esto permitirá a las máquinas realizar tareas complejas en ambientes peligrosos o inaccesibles para los humanos.
  5. Avances en robótica: La IA está impulsando el desarrollo de la robótica, lo que permitirá a los robots realizar tareas aún más complejas y colaborar con los humanos de una manera más efectiva.

En resumen, el futuro de la IA es muy emocionante y se espera que tenga un impacto significativo en la forma en que vivimos y trabajamos en el futuro. Sin embargo, también es importante tener en cuenta los posibles riesgos y desafíos que la IA puede presentar, y trabajar para asegurar que se desarrolle de una manera ética y responsable.

Como ven, ya no es tema del futuro, sino de nuestro presente.

 

 

AL CALCE. La imagen que acompaña al artículo fue desarrollada con IA a partir de la expresión “una imagen futurista del mundo tecnologico con inteligencia artificial sosteniendo la vida humana” (sic)

 


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