Esto no significa exentarse de cometer errores, de los cuáles son oportunidades para aprender y crecer. Pero los principios rectores son mucho más fuertes que guían el actuar con prudencia.

No tengo porque bajar la cara, ni ocultar la mirada. Siempre de frente viendo a la vida. Con la mirada hacia un futuro prometedor, con la firme esperanza de que debemos contribuir a construir una mejor sociedad.

Intenciones que van acompañadas de acciones concretas, que se alimentan y nutren al espíritu.

A mis amigos no los defraudo.

A mis amigos les doy lealtad.

A mis amigos les garantizo soporte y apoyo.

Gracias a quienes han creído en mí. También a los que han dudado, y así me lo han expresado, porque en esas dudas, se encuentra la fortaleza de la validación y rectificación.


Espero que esta publicación sea de tu interés. Me gustaría seguir en contacto contigo. Por lo cual te dejo mis principales redes para dialogar y comentar los temas de interés para la sociedad y nosotros.