Sin embargo, aún y a
pesar, de llamarse este ejercicio diálogo, en la forma y en el fondo,
fue un foro donde cada uno expuso sus preocupaciones y puntos de vista
sin que llegará al final a una propuesta conjunta de qué y cómo hacerle
para disminuir la ola de violencia y ejecuciones que atemoriza a la
sociedad mexicana, especialmente la del norte de la República, donde se
vive en un estadio de sitio y de guerra en la práctica.
Sin duda al Presidente Calderón no le ha salido bien la estrategia
federal que uso para legitimarse en el poder ante el duro
cuestionamiento del arribo a la presidencia. No olvidemos que la
seguridad era la principal demanda de los mexicanos, por lo que sin
vacilar, la presidencia inició con espectaculares movilizaciones de
cuerpos federal en limpieza estatales que culminaron en la necesidad de
la presencia del ejército en las calles y las consecuencias que ya todos
conocemos.
También se encuentra el factor americano. En 2008 se ofreció, por el
Plan Mérida, un apoyo económico significativo de los USA para el combate
del narcotráfico. Como siempre, los norteamericanos encontraron la
solución de hacer la lucha contra el narcotráfico no es un país, sino en
uno extranjero, México, donde los efectos colaterales ya son
insostenibles.
Sin atender uno de las causas de fondo como lo es la corrupción en la
investigación y la impunidad en los juicios contra los delincuentes, el
país se ha convertido en un sitio de guerra, sin que existan en verdad
evidencias de que se está ganando ésta en un sentido u en otro.
Lo malo es que con mucho diálogo sin poder aterrizar en propuestas
viables que comprometan a toda la sociedad, la responsabilidad queda en
quienes la iniciaron y que tienen que continuar dentro de ella.
 

 

 


Espero que esta publicación sea de tu interés. Me gustaría seguir en contacto contigo. Por lo cual te dejo mis principales redes para dialogar y comentar los temas de interés para la sociedad y nosotros.