Como cada año, desde hace 18 años cuando se implementó el programa de estímulos llamado carrera magisterial, la lista se acostumbra publicar en los días previos al día de maestro, a mediados del mes de mayo. El año pasado la lista demoró su difusión hasta el 14 de agosto, en una quincena previa de inicio de un nuevo curso escolar, cuando técnicamente en tiempo debe iniciar un nuevo periodo de evaluación.
Hoy han pasado 29 días del nuevo curso, y aun cuando hay manifestaciones de maestros y colaboraciones editoriales que han recogido el sentir de la demanda justa, el pago no ha podido concretarse. Sólo la sección 33, dirigida por el profesor Ariel Castillo, ha publicado un comunicado de prensa en la semana pasada, justificando que al encontrar algunas inconsistencias se ha procedido a una minuciosa revisión, por lo que no han estampado su firma en la comisión paritaria, conformada con una representación sindical y del patrón, SEP. Sin embargo es absurdo este argumento, ya que los maestros conocen que una vez publicada la lista, si alguno considera que tiene el derecho por haber obtenido una mayor puntuación en la calificación del límite inferior establecido, hay una etapa de impugnación donde se hacen las acciones para hacer valer el mismo y gozar de un derecho logrado con base al esfuerzo en el trabajo y compromiso en el estudio.
Pero como a los profesores Ariel Castillo y Rafael Ochoa, los dizque representantes sindicales de las secciones 33 y 57 respectivamente, no les importa escuchar las demandas, las cosas ya están en punto de quiebre donde otras fuerzas políticas contrarias al actual régimen del Gobierno Estatal ven la oportunidad para crear la polarización política al responsabilizar a las autoridades educativas y falta de compromiso de la Titular del Ejecutivo Ivonne Ortega Pacheco.
Sin embargo, los hechos están a la vista de todos. El jueves pasado se supo, en dominio público, que la SEP había convocado vía oficio la presencia de la representación sindical el pasado lunes para dirimir las diferencias y no demorar más el pago de esta bonificación. A las puertas de las oficinas de Carrera Magisterial varios maestros fueron testigos de la total ausencia aquéllos.
¿Cuál debe ser la lectura política equivoca que nos arroja este actuar de omisión de los representantes sindicales?
Indudablemente que no les preocupa escuchar las demandas reales, justas y legales de los agremiados que ven con mucho temor, no injustificado, que el recurso se pueda perder en caso de su no ejercicio. De ese modo, la molestia es cada vez más evidente.
¿Qué sucedería si el Gobierno del Estado pagará sin tener la firma de la parte sindical como ya advirtió y se comprometió con los maestros que han protestado?
Sin lugar a duda se corre el riesgo de crear un gran cisma entre el sindicato y el actual régimen de gobierno. Sin embargo considero que la apatía, que solo es muestra de la cobardía y la falta de arraigo de los representantes sindicales, no les daría la fuerza de protesta suficiente para encabezar una jornada de protesta contra las autoridades educativas del Estado. Por lo menos, los poco más de 900 maestros tendrán con ello la seguridad del abandono de los “lideres” (¿?) sindicales que no se sumarían en una cruzada en contra, sino al contrario, estarían de acuerdo con la concreción del pago: una vez dado éste, ya ni el diablo lo podría quitar.
Por ello las cosas no están sencillas. Hasta cierto punto tiene más que perder el sindicato por esta sinrazón del silencio y la desidia de afrontar lo que muchos ya dicen: ser un líderes (¿?) de esta calaña es no tener ma…

 


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